Mis ojos en tus palabras

«Toñi se plantó en medio del corro, levantó un brazo y puso el aire en su lugar«. Pag. 159.

Cuando un amigo escribe un libro y te pide que hagas una reseña del mismo es imposibportada+bigcartelle no ponerse un poco nerviosa, ya que los libros son como los amigos, hay que quererlos con sus luces y sombras, diciéndoles,  en ocasiones,  lo que nos molesta o no,  y seguir confiando en que la amistad quedará nutrida y afianzada con esa dosis de verdad.

Asi que, honrada por la confianza depositada por Luis en mi criterio, me lanzo a reseñar un libro que es algo mas que unas hojas recorridas por hormigas léxicas, es el universo de un ser con el arte en cada aliento.

En Sobre flamenco y otras enfermedades mentales, Luis Lorite nos abre la ventana al mundo de Sito, Carmen, Silvia, Perla, Armando y el flamenco.  El autor sabe dosificar la historia y como si de un collar de fina bisuteria se tratase, joyeria ésta  mas divertida que la de finos y nobles metales,  nos engarza a través de los capítulos la vida de los personajes, uniéndolos de manera sutil y casi sin darnos cuenta.

Por momentos, siento ese ambiente lorquiano, andaluz e iluminado del universo de Luis, a través de las frases rotundas y brutales que cierran algunos de los capítulos. Ese manejo de  la intensidad, de lo  no esperado y de lo no coherente a lo que se estaba narrando simplemente me ha fascinando. He llenado el libro de anotaciones tipo: maravilloso, brutal, coñ…, jod…, afirmaciones cargadas del sentimiento del lector sorprendido.

A lo largo de la historia de estos personajes, sin querer queriendo, vemos la profundidad del escritor, frases sublimes que engalanan el texto con una luz propia de lo escrito desde las entrañas y desde el imaginario propio:  «Los sueños rotos son tristes hasta para el que se ríe de ellos«; «la luz se empezaba a teñir de ocaso»; «la amarga universalidad de la incomunicación» .

La primera novela de Luis Lorite nos deja con ganas de mas, quizá el título nos dé sensación de encontrarnos en su lectura con un universo complejo, ecos de taconeos y brutalidad emocional, pero lo que nos encontramos es un ligero paseo por lo que hubiera podido ser narrado y no lo fue. Esta declaración dista mucho de ser negativa, al contrario, es una petición de mas, mas profundo, mas historia, mas Perla, mas Silvia y mas Carmen. Si difícil es escribir un libro, mas difícil es llegar a todos con la misma intensidad y criterio, pero lo que nunca se le puede tachar a los escritores noveles es que sean cobardes. Escribir es borrar, arrancar hojas, eliminar archivos y comenzar de nuevo a diseñar mundos, espacios y palabras. Quiero mas universo Loritiano, mas capítulos cerrados con frase lapidarias, mas ecos de tacones que pulvericen la lectura.

Luis Lorite ha abierto la puerta de su universo  dejando huellas a través de las palabras.  Quiero que siga dándole cuerpo a la llama que crece en su interior, incendiando el panorama literario.

«La mujer está en la calle. Lleva veinte años allí, y yo, con las escobas sin atar»

©Mafufe

 

 

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